domingo, 13 de septiembre de 2009

Rubén Vedovaldi: Preguntas que no cierran y sangran todavía



¿Por qué Sam Spade no dice donde está Julio Jorge López?

¿Phillip Marlowe todavía no encontró a Julio Jorge López?

¿Por qué Sherlock Holmes todavía no averiguó dónde está Julio Jorge López y qué pasó con él?

¿Harry Potter, con su varita mágica tan poderosa, no puede hacer aparecer a Julio Jorge López?

¿Por qué Willam Mulder y Dana Scully no dicen dónde está Julio Jorge López?

¿Por qué Hércules Poirot no dice dónde está Julio Jorge López?

¿El Buscador de Google no sabe dónde está Julio Jorge López?

¿David Coperfield o Mandrake no pueden hacer aparecer a Julio Jorge López?

¿Sabe el agente 007 quiénes secuestraron a Julio Jorge López y dónde lo tienen?

¿Por qué Lew Archer no dice dónde está Julio Jorge López?

¿Por qué Súper Hijitus no le pide a su sombrero sombreritus que aparezca Julio Jorge López?

¿Y Batman y Robin, todavía no encontraron a Julio Jorge López?

¿Por qué el indio Patoruzú, que hizo tantas gauchadas, todavía no encontró a Julio Jorge López?

Y si George Bush habla con Dios: ¿por qué no le pregunta dónde está Julio Jorge López?

¿Y Napoleón Solo e Iria Kuriaki, no saben dónde está Julio Jorge López?

¿A que Etchecolatz sí sabe qué pasó con Julio Jorge López?

¿Le preguntaron al Oráculo de Matrix cómo encontrar a Julio Jorge López?

¿Por qué al cadáver de Pedro Eugenio Aramburu lo encontraron tan pronto y a Julio Jorge López no lo encuentran?

¿No lo encuentran o no lo buscan?

¿Es verdad que lo secuestraron?

¿Por qué Ingrid Betancur apareció viva y Julio Jorge López no aparece?

¿Quién sabe dónde está Julio Jorge López?



Rubén Vedovaldi

3 comentarios:

Rolando Revagliatti dijo...

Un gran abrazo, compañero, después de leer este texto tuyo.

Silvia Loustau dijo...

Ruben , gracias por este poema, tus preguntas son la de todos nodotros. Gracias por mantener viva la memoria,



Silvia Loustau

Mar del Plata

Avesdelcielo dijo...

Escribí sobre J.J.L porque es como se le hubiera aplicado dos torturas, dos veces el verdugo con él . . . pero este poema me dejó perpleja porque ahonda con poética y sabia ironía su desaparición.Felicitaciones.
MARITA RAGOZZA