domingo, 20 de septiembre de 2009

Rubén Vedovaldi: Reflexión sobre la Paz



¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE PAZ?

Lo que aquí exponga parecerá largo pero mucho más larga es la prehistoria de los monos que decimos que nos hicimos humanos.
Pregunta central: ¿Qué es la PAZ?
Si la paz es la convivencia no violenta, basada en el mutuo reconocimiento universal de la razón, la justicia y la verdad y la buena voluntad, basta un primer ejemplo para recordar y reconocer que no somos, como creemos, hombres y mujeres de paz, de amor, de justicia, de razón, de buena fe y de buena voluntad.

Dice la Torá, el Antiguo Testamento, que Abraham entendió que no hay muchos dioses sino un solo Dios verdadero. Y que ese dios verdadero le habló exclusivamente a él.
Abraham había dejado la vida nómada de los pastores semitas del desierto y se había asentado en casa de su tío, en la ciudad de Ur. Y el Dios único vino a él y le dijo: toma tu mula, tu hembra y tu arreo y sígueme, para que yo te de una tierra para tu descendencia.
Abraham lo siguió y caminó por donde Dios le decía hasta que llegó a Canaán y compró una parte de tierra para plantar tienda y allí se quedó a vivir con su esposa Sarah. Todos sabemos más o menos cómo siguió esa historia.
Sara no podía tener hijo y para no perder al marido le dijo: te doy mi sirvienta para que tengas hijo con ella.
Abraham aceptó, se acostó con Agar, sirvienta egipcia de Sara, y tuvo un hijo morochito: Ismael.
Entonces Sarah se sintió tan celosa del amor de Abraham por su hijo que aunque se creía ya estéril, se acostó con su esposo y se embarazó y tuvieron otro hijo llamado Jacob, de piel un poco menos morocha.
Como todos los chicos, Ismael y Jacob jugaban y hasta se peleaban. Sarah no soportó las peleas y le pidió a Abraham que echara a Ismael y a su madre de la tienda y Abraham sería muy macho pero en casa mandaba su mujer asi que eso fundó una ley. Los hijos de los judíos son los de la madre, los que no son hijos de línea materna judía no son judíos y no pueden compartir la tienda ni la tierra ni la fe ni el cielo.
Esto no es propaganda antisemita sino lo que cuentan ellos mismos como su historia, su antiguo y primer testamento del que dan fe.

Ismael creció y tuvo hijos y a los hijos de Ismael se los llamó ismaelitas o islamitas o musulmanes y poblaron la tierra.
Jacob creció y el Dios de Abraham lo rebautizó como Israel y tuvo hijos y a los hijos de Jacob se los llama israelitas o israelíes. Su ciudad se llama Sión y por eso también se los llama sionitas o sionistas.

Pero hace dos mil años, del vientre virgen de una hebrea, María, vino a nacer uno que era judío biológicamente porque descendía del rey David pero que a diferencia de Abraham no dijo: Dios me manda a hacer ese camino sino Yo soy Dios, yo soy el camino, Yo soy la verdad y yo soy la vida. Quien no está conmigo, contra mí es.
Nadie había dicho lo que dijo Abraham, de que hay un sólo dios verdadero y me prometió a Mi la tierra para Mis hijos.
Y menos aún nadie había dicho: Yo soy el Dios yo soy el Padre, yo soy el Hijo y yo soy el espíritu santo y quien no es conmigo contra mi es y los que no me sigan se van al Infierno.

Ahí se terminó para siempre la paz. Ahí tenemos la base de las mayores guerras: ¿Cómo se explica que haya un solo Dios verdadero, que ese Dios haya creado a toda la humanidad por amor, y que de esa única verdad terminara una esposa celosa no reconociendo al hijo de su sirvienta y otro hijo de judía termine diciendo "Yo soy Dios, y quien no es conmigo, contra mi es?".

De un mismo origen, terminaron unos creyendo ser el único pueblo verdadero del único Dios verdadero Y otros terminaron creyendo que el único Dios verdadero no era Jehová sino que es Aláh, y no hay más Dios que Alah y Mahoma es su profeta y te corto la cabeza con mi alfange por infiel si no me creés y me gano el cielo.
Otros terminaron creyendo que Jesús el Cristo es el camino, la verdad y la vida y no hay otra santa fe verdadera que no sea esa y te quemo en la hoguera para salvar tu alma por el amor de Dios..

Entonces está claro que si yo soy judío, lo mío es mío y lo tuyo es mío y no habrá paz en el mundo, y si yo soy cristiano el único Dios verdadero está conmigo y venga toda la riqueza del mundo para mi y no habrá paz en este mundo y si yo soy musulmán, lo tuyo es mío y lo mío es mío y no habrá paz en este mundo porque el Dios en el que yo creo es el único verdadero y no tiene límites ni en el tiempo ni en el espacio y lo otro es el mal, la infidelidad, el pecado, el enemigo y voy, le robo dos aviones y les tumbo las Torres Gemelas y chau.

Ahora pongamos que yo quiero un mundo mejor y que entonces renuncio al fanatismo religioso.
Para mis correligionarios paso a ser un hereje. Si digo que la creencia religiosa es ilusión me condenarán: los budistas querrán que yo me haga budista o nada.
Los musulmanes me pueden matar porque soy infiel a la fe verdadera en Alá.
Los judíos no me permitirán casarme con mujer judía y si mañana dios les dice que tienen que invadir mi pais porque aquí hay agua o petróleo o tierra fértil y oro me van a invadir y no se considerarán invasores sino fieles al mandato de Dios.
Y los cristianos me harán la cruz y condenarán por apostasía y no me dejarán opinar diferente, solo admitirán gobiernos cristianos, sólo hay una única fe verdadera –dijo Juan Pablo II-, y es la nuestra.
Los evangelistas metodístas también creen que el único Dios verdadero habla exclusivamente con ellos en su corazón y ellos creen hacer lo que Dios manda y así tiran benditas bombas atómicas y hacen guerras en el Golfo o en Afganistán o en Colombia o donde ellos creen que Dios los manda.

Los brahamanes creían que su fe era la única verdadera y los budistas creen que no hay otra verdad que Buda.

Si en cambio somos descendientes de los politeistas y borrachines griegos también le quisimos imponer hace 2500 años nuestro gobierno al mundo entero, porque Alejandro Magno no tenía límites e intentó invadir y gobernar el mundo entero.

Yo soy descendiente de italianos. Mis tatarabuelitos fundaron Roma creyendo que los augurios del cielo nos habían destinado o señalado esa tierra y a Rómulo como su fundador. Para que nadie pise sin permiso ese suelo le trazó la marca con el arado y le dijo a su hermano, de la línea para afuera vos, y dentro de este cuadrado yo y mi descendencia.
Remo saltó la marca y Rómulo lo mató. A eso nosotros le llamamos el derecho, la ley y el orden.
Si fueramos descendientes de los hebreos, igual que los romanos, seríamos hijos del que mató al hermano, porque Caín mató a Abel y los judíos son sus descendientes.
Y encima los romanos le quisimos imponer nuestro gobierno al mundo entero, el Sacro Imperio Romano. Así fue como el imperio romano invadió la tierra que llamó España y declaró a España provincia romana.
Después vinieron los hijos de Ismael, invadieron España y la declararon sultanatos árabes.
Después vinieron los cristianos y mataron o expulsaron de España a los celtas, esclavizaron a los vascos, expulsaron a ls judíos y a los árabes y cartagineses y fundaron el reino de los reyes Católicos y encima vinieron a América y en nombre del único y verdadero Dios de los cristianos y del reino de España fundaron los virreinatos y le contagiaron sífilis a las indias.

Pero como nosotros somos hombres y mujeres modernos y no antiguos y somos muy piolas y de buena voluntad, un día elegimos representantes y nos reunimos en asamblea en la casa de Tucumán y nos declaramos independientes y nos sacamos de encima el peso de la coronita.
Ahora no somos subditos de la corona española ni subditos de los invasores ingleses ni de Napoleón. Ahora somos argentinos, una nueva y gloriosa nación y cantamos Libertad...libertad...libertad...ja ja.

¿Nos los representados de nuesros representantes del pueblo de la nación argentina queremos vivir en paz? ¿Queremos que toda la humanidad conviva en paz, en libertad, en igualdad, y en justicia y todos hermanos e iguales ante la ley?
-No, nosotros decimos eso pero no hacemos eso.

Un 9 de julio quisimos que el mundo reconozca nuestra independencia pero no somos el único pueblo. Los mapuches también y los vascos también quieren y es justo que quieran su independencia y ser reconocidos como pueblo, como nación y como estado independiente.
Pero Chile nunca estuvo dispuesto a reconocer otro Estado que no fuera el estado chileno dentro de su territorio y Argentina nunca estuvo dispuesta a reconocer, lo dice nuestra Constitución, a ningún otro pueblo que se quiera declarar estado independiente dentro de nuestro territorio.
Para nosotros, todo lo que vemos en nuestro mapa es Argentina y los que quieran vivir acá tendrán que ser argentinos, nativos o por opción. Para nosotros ser ciudadano mapuche NO ES OPCIÓN Y para los españoles ser ciudadano vasco NO ES OPCIÓN. Y para los israelíes ser ciudadano palestino NO ES OPCIÓN. Y para el gobierno mexicano ser indio chapoteca NO ES OPCIÓN.

Pero nosotros nos consideramos personas de buena voluntad, que no discriminamos, que no causamos violencia, que somos los buenos de la película, tan buenos que casi somos buenudos.
Y si sostenemos una religión oficial estamos discriminando a cualquier otra creencia.
Y si mantenemos ocupado todo nuestro territorio estamos discriminando la soberanía de los otros pueblos originarios que viven acá.
Y si solo reconocemos una Lengua, como los madrileños que no reconocen la lengua vasca, o la lengua gallega - que tiene origen en los celtas y no en los romanos. Entonces no queremos la paz, quremos por encima de todo nuestra soberanía, nuestra libertad y nuestra independencia, y nuestra justicia, y nuestra fe, nuestra cultura y nuestra familia, y nuestras costumbres y no la de todos.

Los alemanes me dieron una gran lección. Hicieron en alemania una película llamada LA CAIDA, en el año 2004, con director alemán, elenco alemán, guión alemán, ambientada en alemania y hablada en alemán y basada en la historia alemana, en los últimos días de abril de 1945, en Berlín.
En nombre de toda alemania un partido había llegado al gobierno en 1933, en elecciones y rearmó sus fuerzas militares y decidió sin consultar a nadie que era injusto vivir encerrados y salieron a recuperar todos los territorios donde vivían otros arios. Después sin consultar a nadie decidieron limpiar la raza, al que no era ario puro lo fusilaron o lo quemaron en el horno: húngaros, rusos, judíos, gitanos. Después también sin consultar a nadie pero en nombre de todos decidieron que los enfermos y minusválidos no sirven, que hay que matarlos a todos, y los putos no sirven, los comunistas no sirven, los anarquistas no sirven, los demócratas no sirven, hay que quemarlos a todos y hay que ocupar y dominar el mundo entero, sin límites, para alcanzar la gloria en el tiempo y en el espacio del pueblo y del gobierno nacional socialista alemán y al que no le guste lo aplastamos.
Cuando perdieron esa guerra que ellos mismos habían iniciado contra casi todo el mundo.
Cuando en 1945 los rusos, que habían sido invadidos, entraron en Berlín, los fanáticos y las mujeres nazis fánáticas decidieron que no tiene sentido vivir si no hay Fuhrer y nacional socialismo alemán y prefirieron darle veneno a sus hijos y suicidarse. Se mataban ellos a sí mismo unos a otros en la mesa familiar, con granadas, a balazos, con cianuro, porque no soportaban la derrota.
Su derrota y su fanatismo no tenían límites. Hitler se pegó un tiro, tomó cianuro y hasta ordenó que quemaran su propio cadáver para no dejarle nada a otros.
Esto ya no es la crítica que otros hacen del nazismo sin o lo que los mismos alemanes nos muestran en su propia película, su propia historia representada por ellos mismos.
La lección alemana me muestra no una epidemia nazi exclusivamene alemana sino una pandemia que siempre azota a la humanidad y es la ciega voluntad de poder sin límites.
Porque los fenicios cuando fueron imperio también fueron fanáticos y explotaron o mataron al que no aceptaba su gobierno y su imperio. Y los persas cuando fueron imperio también fueron fanáticos, y los espartanos o los incas cuando fueron imperios también fueron tan brutales.
Y la autodenominada santa iglesia católica, cuando fue declarada Estado, con todos los derechos de un estado y territorio propio por Mussolini en Italia en 1929, también fue fanática.
Y los anglosajones cuando fueron Imperio Gran Británico fueron pìratas y mataron a mucha gente,
En el norte de este Continente los anglosajones exterminaron A CASI TODOS LOS PIELES ROJAS y todo el territorio pasó a ser norteamericano, todo y más, cada vez más. Robaron la mitad de México, robaron Filipinas, Puerto Rico, Hawai, ocuparon y destrozaron medio mundo,etc.

Se podrá creer que el pueblo de la India es pacífico pero en ese pueblo hubo una religión fanática, el brahamanismo. Se podrá creer que el pueblo chino es pacífico porque India y China siempre fueron vecinos y nunca se pelearon. Pero Atila era un fanático, y los budistas si tuvieran poder serían fanáticos y los maoístas cuando tuvieron poder fueron fanáticos y los socialistas rusos cuando tuvieron poder fueron fanáticos y los portugueses fueron piratas, robaron y esclavizaron pueblos, quisieron imponerse como imperio hasta donde pudieron.

¿Los argentinos somos gente de paz y buena voluntad? Sí y no.
Aquí en doscientos años de historia los unitarios porteños fueron fanáticos y mataron a otros argentinos y mataron miles de indios.
Los federales fueron fanáticos.
Los dictadores militares fueron fanáticos.
Muchos obispos fueron fanáticos.
Muchos terratenientes fueron fanáticos y lo querían ocupar todo sin límites.
Los vencedores y los vencidos de 1852 y los de 1955 no hicieron nunca la paz.
Casi nos matamos entre chilenos y argentinos por ese fanatismo de la soberanía territorial.
Antes hicimos guerra al Paraguay y matamos a millones de paraguayos porque ellos y nosotros caemos en el fanatismo.
Hicimos la guerra a los montevideanos hasta que ellos se independizaron de nosotros Y les volvimos a hacer la guerra en Gualeguaychú hace poco porque pusieron en sus costas una industria pastera igual a la celulosa argentina que nosotros tenemos acá donde yo vivo, en Capitán Bermúdez.
Vos podrás no estar de acuerdo conmigo y decir que hay esperanza, que es legitimo el deseo de paz y la necesidad de amor.
Pero no hay amor universal, no hay paz mundial, no hay la misma fe para todos o las mismas leyes para todos o un único mundo y un mismo Dios para todos.
Inclusive puedo probar que la inmensa mayoría de los seres humanos ni siquiera está en paz consigo misma.
Una persona que fume por hábito no estará nunca en paz porque no es amiga de si misma sino que sabe que fumar es perjudicial y se está matando lentamente. Y hay miles de millones de humanos fumadores.
Una persona que abusa de bebidas alcohólicas no está en paz consigo misma y hay millones.
Una persona que hace uso indebido de drogas no está en paz consigo misma y hay millones.
Entonces sigamos haciendo encuentros por la paz, sigamos convocando a artistas, docentes y demás a toda clase de manifestaciones y rejunte de firmas y encuentros para expresar deseos de paz.
Pero antes de eso hagamos de verdad la paz con los mapuches. Reconozcámosle aquí y ahora un territorio propio en serio, cediendo parte de Chile y de Argentina para que ellos puedan tener su propio mapa, para que puedan alzar su bandera, que la tienen, para que puedan como nosotros elegir su propio gobierno, para que puedan hablar su lengua propia como nosotros hablamos la nuestra, para que puedan reunirse en asamblea y dictarse su propia constitución y sus leyes. Ahora.
Porque si los españoles no hacen la paz con los vascos y le siguen echando la culpa de todo a la ETA, no habrá paz.
Si los israelíes no hacen en serio la paz con los palestinos, no hay paz.
Si los blancos de México no reconocen a los indios, no habrá paz.
Y si yo y vos dejamos morir a todos los mapuches como se están muriendo hoy, los últimos onas y tehuelches, nosotros no estamos haciendo la paz.¿No te parece?

Rubén Vedovaldi

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