domingo, 25 de julio de 2010

Mario Capasso: Texto breve con Borges y Gardel



el lugar de los dos

algunos dicen que hay una alcantarilla y, a una distancia incierta, una grieta entre lunfarda y europea en una pared de Buenos Aires, la de las dos fundaciones, y dicen también que en la grieta habita el cantor que volvió una noche y se escondió de nosotros para quedarse y desde ese lugar pedirnos, con el último tango, no siempre el mismo, que busquemos más allá de la frente marchita a la otra, la que el Borges mítico entrevió en medio de su lucidez de hombre solo, tan solo y tan ciego como nosotros, los que no atinamos a dar con la grieta donde el cantor persiste a pura gomina y sonrisa, así, encerrado en su zorzal laberinto, tal vez el mismo que Borges escribió a lo guapo contra los tigres que acechan en la ciudad donde cada pedazo de hormigón transpira y nos devuelve a los dos, hartos de tiempo, con tanto puerto en sus voces, para que los recobremos tal como somos, contaminados de riachuelo y melancolía, así nomás,

Mario Capasso
Texto inspirado en la novela “El cantor de tango”, de Tomás Eloy Martínez.
http://www.textos-en-escombros.com.ar/

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Mario, este texto es excelente. Te felicito.

Alicia Márquez

Anónimo dijo...

así nomás , como siempre me encntan

tus textos Mario.

Voy a encontrar la grieta por donde se desmarchite la frente, vos me darás algunos indicios.


Cariños

cris

Anónimo dijo...

Ma das indicios para llegar a la grieta dónde se desmarchite la frente.Como siempre y en especial me encanta este texto, cariños cris

Virginia Edit Perrone. dijo...

Mario, querido Poeta de los adoquines, de de los yuyitos creciendo entre esos adoquines. Los barrios haciendo su sabor entre tu pluma, y te digo Poeta, porque en cualquier Relato, Cuento o aún Novela, cuando vibra una Pluma Poética en su detrás, ese Texto brilla en la oscuridad.

Y de paso mis felicitaciones públicas por tu Obra siendo traducida.

Un orgullo, Amigazo.

Te abrazo.
Virginia.

silvialoustau dijo...

Buen texto, Mario, se respira ese que se yo porteño.Un abrazo de

Silvia Loustau